El Pink Marketing, también conocido como Pinkwashing, se refiere a la estrategia de algunas empresas y organizaciones que utilizan los símbolos y la iconografía de la comunidad LGBT en sus campañas de marketing para atraer a un público progresista y mostrar una imagen de inclusión. Sin embargo, en muchos casos, estas empresas no respaldan realmente los derechos y la igualdad LGBT en su cultura organizacional o en sus prácticas comerciales, ya que únicamente aplican campañas “inclusivas” durante un mes comercial como el mes del orgullo y después de dicho mes, la imagen de inclusión desaparece.
Uno de los principales problemas del Pink Marketing es que crea una falsa ilusión de representación para la comunidad LGBT. Al usar símbolos y colores relacionados con la comunidad, las empresas pueden dar la impresión de que apoyan y se preocupan por la igualdad y diversidad. Sin embargo, si estas acciones no están respaldadas por políticas internas inclusivas o un compromiso genuino con la causa, es simplemente una táctica de marketing sin sustancia real.
Otro aspecto preocupante del Pink Marketing es cómo puede explotar comercialmente la lucha de la comunidad LGBT por sus derechos. Utilizar temas LGBT para vender productos sin una auténtica contribución o apoyo a la causa, trivializa los verdaderos desafíos y luchas que enfrentan las personas LGBT en muchas partes del mundo.